El primer trimestre de 2020 fue la última vez que el arriendo de oficinas clase A fue mayor a los metros cuadrados que se desocuparon en el período. De ahí en adelante, la pandemia activó sólo descensos, hasta ahora. Entre julio y septiembre de este año -según datos de CBRE-, la absorción fue positiva en más de 4.000 m2. El impulso vino dado por Nuevas Las Condes. Ello, pese a que la vacancia, de todas formas, no dio tregua y sigue en récord.
El primer trimestre de 2020, el mercado de oficinas comenzó a caer. Dejó atrás las cifras positivas para embarcarse en una seguidilla de datos negativos que -en líneas generales- se gatillaban por la incapacidad del sector de arrendar lo que se iba desocupando en el trimestre. La pandemia del Covid-19, las cuarentenas y el consiguiente teletrabajo hicieron lo suyo.
Saltamos de una absorción positiva de más de 21.900 metros cuadrados de oficinas clase A en los últimos tres mes de 2019, a una caída de más de 2.200 m2, y así comenzó el descenso. El segundo trimestre de 2021, marcó el piso: la relación entre lo que se desocupaba para renta y los metros que se arrendaban fue negativo en 31.261 metros cuadrados, según datos de CBRE.
Pero finalmente, tras diez trimestres completos en terreno rojo, la industria de oficinas premium volvió a los números azules. Así, este tercer trimestre la absorción fue positiva nuevamente; un terreno que las oficinas clase B ya habían pisado durante los primeros tres meses de este año.
De acuerdo a cifras de CBRE, empresa de servicios inmobiliarios, entre julio y septiembre la absorción de este tipo de inmuebles clase A fue positiva en 4.078 m2, un nivel levemente inferior a lo que mostraba el primer trimestre de 2019 (ver infografía). Explican que ello respondió a la constante toma de superficie, sobre todo en Las Condes, donde por sí sola se ocuparon 9.319 m2. En El Golf, en tanto, se absorbieron más de 7.300 m2. El promedio lo empujan hacia abajo el eje Apoquindo y el centro de Santiago, que siguieron en área negativa con -2.390 m2 y -6.597 m2, respectivamente.
“En el eje Apoquindo es negativa porque se desocuparon algunas oficinas, y como ese es un submercado relativamente pequeño, ese tipo de cambios por pequeños que sean se notan en los números agregados”, dicen en CBRE.
La realidad de Santiago Centro ya es bastante conocida. En general -explican en la compañía-, los usuarios del sector privado han salido del centro por los efectos de los desórdenes y el uso irregular de su espacio público. Todo eso ha ido en desmedro del mercado de oficinas, y si se suma el hecho de que ahora hay disponibilidad de oficinas en los submercados de Las Condes a un precio atractivo, la decisión de cambiarse se hace más lógica. “Si volvemos a 2019, prácticamente no había disponibilidad, lo que hacía que empresas que se querían mudar no podían. Hoy el mercado sí tiene esa opción. El tema relevante es por cuánto tiempo más; la demanda se ha mostrado activa, concentrada en espacios más pequeños, pero la actividad ha sido constante”, añaden.
La demanda, dicen en CBRE, se mantiene concentrada en arriendos de espacios pequeños, que bordean los 500 m2.
Fuente: la tercera
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