Las estimaciones apuntan a que durante el segundo semestre la demanda por compra de propiedades aumente un 25%, lo que significaría una recuperación significativa para el sector inmobiliario, pese a la lenta demanda que se ha podido observar durante la primera mitad del año.
De esta forma, se proyecta que el año cerrará con al menos un 15% más de ventas en comparación con el año anterior.
Se comenta que “el mercado inmobiliario chileno continuará mostrando signos de recuperación y crecimiento, respaldado por condiciones económicas que, aunque no sean del todo favorables, serán mejores que en años anteriores. La intermediación inmobiliaria seguirá creciendo, aunque aún no alcance los niveles previos al 2021ʺ.
Según se indica, la intermediación inmobiliaria al cierre de 2023 fue un 20% superior a la de 2022. Lo anterior fue impulsado por las comunas en los que la población tiene mayor acceso a recursos propios, contrarrestando los efectos de las restricciones crediticias, uno de los principales factores del complicado escenario para el mercado.
En esta línea, “es importante tener en cuenta que el año 2022 fue uno de los más desafiantes para la industria en más de una década, por lo que este crecimiento no debe interpretarse como un indicador absoluto de una alta actividad”.
Para este 2024, se estima que el primer semestre no variará mucho en relación al 2023. En cambio, la tendencia al alza se focalizará en el segundo semestre, impulsado por la flexibilización de las condiciones crediticias, facilitando el acceso del público a la compra de propiedades. “La estabilidad en las tasas de interés y una inflación controlada son factores clave que pueden estimular la venta de propiedades. Una inflación controlada reduce la incertidumbre y facilita el acceso al financiamiento hipotecario al disminuir las tasas de interés, lo que potencialmente aumentaría la demanda en el mercado inmobiliario”.
Asimismo, pese a que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de febrero fue ligeramente más alto de lo esperado, se proyecta que la inflación tenderá al rango meta, lo que, junto con la disminución de tasas de interés en el segundo semestre, favorecerá al mercado inmobiliario.
En este escenario, se estima que no habrá una disminución significativa de precios de las propiedades, debido a que todavía hay un stock importante disponible. “Aunque se han observado bajas puntuales en algunos segmentos de ventas de propiedades nuevas y usadas, no hay una tendencia general a la baja. En el mediano plazo, los precios tenderán a mantenerse al alza, principalmente debido a la constante demanda y la limitada oferta de viviendas”.
Fuente: La Tercera